El mundo del café no se limita solo a las marcas tradicionales que encontramos en supermercados. Existen cafés exóticos, raros y fascinantes que provienen de los rincones más remotos del planeta, ofreciendo sabores y experiencias únicas. Estos cafés no solo destacan por sus características sensoriales, sino también por su origen y los procesos especiales a los que son sometidos.
Uno de los más conocidos es el Café Kopi Luwak, originario de Indonesia. Este café se obtiene a través de un proceso bastante inusual: los granos de café son ingeridos por civetas (un tipo de mamífero), que digieren y excretan los granos. Después, estos granos son recolectados, limpiados y procesados. El resultado es un café de sabor suave, con notas terrosas y una acidez muy baja. Aunque es uno de los más caros, la peculiaridad de su origen lo convierte en una experiencia de sabor única.
Otro café exótico es el Café Geisha, una variedad rara y apreciada por los amantes del café de especialidad. Originario de Etiopía, este café se caracteriza por su perfil aromático floral y afrutado. Es considerado uno de los cafés más finos del mundo y se cultiva en pequeñas fincas en países como Panamá y Costa Rica. Su sabor es limpio y brillante, con notas de jazmín, bergamota y frutas tropicales.
Por último, el Café Jamaica Blue Mountain, cultivado en las montañas de Jamaica, es uno de los más codiciados. Su clima perfecto y su suelo volcánico dan lugar a un café de sabor suave, con una ligera dulzura y una acidez delicada, ideal para los paladares más exigentes.
Estos cafés exóticos nos invitan a explorar sabores desconocidos y a valorar el arte y la tradición que hay detrás de cada grano.